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viernes, 14 de enero de 2011

Sin datos no se combate al cambio climático

GUWAHATI, India, 13 Ene (IPS) - Un esfuerzo concertado para documentar el impacto del recalentamiento planetario en el este del Himalaya es clave para diseñar las políticas de adaptación adecuadas.

En Nepal, el glaciar Imja se retrae casi 70 metros por año. En Bhután, donde el derretimiento es menos perceptible, 25 de 677 glaciares son considerados en peligro, con un "alarmante" repliegue de entre 20 y 30 metros al año, indicó G. Karma Chhopel, de la Comisión Nacional del Ambiente butanés.

Es más importante reunir estadísticas sobre los efectos del recalentamiento planetario que preocuparse por las represa que construye China en la región, opinó el profesor Jayanta Bandyopadhyay, del Centro para Políticas de Desarrollo y Ambiente en la oriental ciudad india de Kolkata, una rama del Instituto Indio de Administración.

"Construir más represas cuando las aguas en todos lados están amenazadas por el cambio climático es acelerar el problema de la pérdida de agua", dijo por su parte a IPS Himanshu Thakkar, de la Red de Asia Meridional sobre Represas, Ríos y Población.

Compartir agua es un tema importante, opinó Thakkar. "India necesita impulsar sus grandes negocios comerciales con China para llegar a un acuerdo sobre compartir el agua".

Por su parte, Bandyopadhayay reconoció que un pacto para resolver el conflicto era "buena idea".

"Pero todavía no sabemos la naturaleza de los cambios en la región. ¿En qué se basaría el tratado?", se preguntó. "Debo subrayar otra vez la necesidad de desarrollar modelos climáticos locales para la región. De otra manera, las estrategias de adaptación serán muy difíciles", alertó Bandyopadhyay. "Todo el tema del desarrollo asiático depende de esto".

Las montañas orientales del Himalaya, que abarcan 1.600 kilómetros en Nepal, Bhután, el norte de Birmania, el noreste del Tíbet y parte de India, son llamadas "las torres de agua de Asia" y son consideradas el "tercer polo" debido a su gran cantidad de glaciares.

En la región hay tres grandes cuencas, la del Indus al oeste, la del Ganges en el centro y la de Brahmaputra en el este, e incluyen a importantes ríos como el Ganges, el Indus, el Brahmaputra, el Yangtze, el Mekong, el Salween, el Xingjian, el Chao, el Phraya, el Irrawaddy, el Amu Darya, el Syr Darya y el Tarim.

Las montañas son fuente directa de recursos hídricos para Bangladesh, Bhután, China, India y Nepal, y suministran agua a más de de 1.300 millones de personas.

Las represas de China en la cuenca del Mekong han causado preocupación sobre la disminución de las aguas en Camboya, Laos, Tailandia y Vietnam. Además, el inicio de las obras de construcción de la central china de Yarlung Tsangpo en noviembre pasado despertó temor en India.

Bandyopadhyay dijo que la parte china del agua del Yarlung Tsangpo era sólo 20 por ciento del total.

El experto señaló que afrontar el cambio climático en el Himalaya, que nutre a las cuencas, debe ser considerado un tema prioritario.

"Ahora tenemos una urgente necesidad de fortalecer las ciencias específicas del agua en Himalaya. Hay 1.300 millones de personas en la región. Esto de por sí debe impulsar al gobierno de India a la acción", dijo Bandyopadhyay a científicos y estudiantes del Instituto Indio de Tecnología en Guwahati.

La región este del Himalaya carece de estadísticas sobre patrones del clima, derretimiento de glaciares y variaciones de la temperatura. Bandyopadhyay señaló que incluso falta información básica sobre precipitaciones.

Shresth Tayal, glaciologista del Instituto de Recursos de Energía, con sede en Nueva Delhi, señaló que el recalentamiento en las áreas más altas de la cordillera era mayor que en las partes bajas, según datos que el Centro Internacional para el Desarrollo Integrado de las Montañas, con sede en Nepal.

El glaciar de Rathong oriental, en el nororiental estado indio de Sikkim, se redujo de aproximadamente 7.125 kilómetros cuadrados en 1966 a 0,46 kilómetros cuadrados en 2009, una pérdida de 93,54 por ciento.

R. Krishnan, del Instituto Indio de Meteorología Tropical, destacó que el organismo ahora contaba con equipos de avanzada para crear modelos climáticos regionales. "Estamos listos para compartir información y colaborar en investigación interdisciplinaria", señaló.

Como parte de esfuerzos para reunir a las naciones del Himalaya para actuar contra el recalentamiento planetario, Bhután inició una serie de consultas de alto nivel con Bangladesh, India y Nepal, y organizará la conferencia ministerial "Cumbre climática para la vida en el Himalaya", que se realizará en octubre de 2011 con la mira de preparar un acuerdo regional.
 
Keya Acharya
IPS Noticias
 
 
 

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias

El Niño y La Niña crecen y perturban

imagen del contenido El Niño y La Niña crecen y perturban
UXBRIDGE, Canadá, 13 Ene (Tierramérica) - El planeta vive la manifestación meteorológica más potente de La Niña en 50 años, con inundaciones sin precedentes en Australia y sequías en Argentina, Brasil y Uruguay que afectan inclusive los precios de los alimentos.

Los científicos empiezan a considerar que el cambio climático podría estar potenciando los impactos de El Niño/Oscilación del Sur (ENOS), un ciclo que afecta periódicamente los patrones meteorológicos en todo el mundo.

La Niña y El Niño son, respectivamente, las fases fría y cálida del ENOS, y forman parte del sistema de regulación del calor en el océano Pacífico ecuatorial.

Ambos se presentan cuando los cambios oceánicos y atmosféricos son simultáneos.

En condiciones que los climatólogos definen como “neutrales”, las altas presiones suelen dominar la atmósfera del Pacífico oriental, mientras las bajas predominan en el oeste.

La diferencia de presión genera los vientos alisios, que soplan de este a oeste sobre la superficie del Pacífico ecuatorial apilando las aguas cálidas en el occidente. Las aguas profundas y más frías emergen entonces en el este para reemplazar a las cálidas.

En los eventos de La Niña, esas diferencias de presión son más marcadas, los alisios soplan con más fuerza y generan una corriente fría más intensa en el Pacífico oriental.

En cambio, con El Niño la presión alta se presenta en el Pacífico occidental, y la baja cerca de las costas americanas. Los alisios se debilitan o cambian de dirección y las aguas cálidas se expanden por el este del océano.

“En 2010 hubo una transición muy rápida de El Niño a La Niña”, dijo a Tierramérica el climatólogo Kevin Trenberth, del Centro Nacional de Investigaciones Atmosféricas con sede en Colorado, en el centro de Estados Unidos.

El Niño fue fuerte, duró un año y finalizó en mayo, y en un plazo de apenas dos meses se presentó La Niña, explicó.

La Niña actual no sólo puso fin a 10 años de sequía en Australia, sino que inundó unos 850.000 kilómetros cuadrados en ese país, área equivalente a la de Francia y Alemania juntas. También causó inundaciones mortales en el norte de América del Sur y generó condiciones de sequía en las partes centrales y sureñas del continente.

En consecuencia, se afectaron los rendimientos agrícolas. Los precios internacionales de los alimentos alcanzaron un récord en diciembre, informó el 5 de este mes la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

“Desde los años 70 se registran cambios en el fenómeno El Niño-La Niña. Se trata de un ciclo complejo, pero las sequías, inundaciones y otras manifestaciones asociadas a él han sido más fuertes en los últimos 30 a 40 años”, dijo Trenberth a Tierramérica.

Como el calentamiento altera los fundamentos del sistema climático mundial, atrapando más calor y hasta cuatro por ciento más de vapor de agua en la atmósfera, es razonable concluir que también influya en el ENOS.

“Sería sorprendente que no lo hiciera”, sostuvo Trenberth.

Fueron los pescadores peruanos los que acuñaron el nombre de El Niño, por el niño Jesús, pues notaban los efectos del calentamiento de las aguas de esa zona del Pacífico cerca de la Navidad.

Con el paso de los meses, y a veces de los años, el calor superficial del océano se disipa y aguas más frías y profundas salen a la superficie. Así se restauran las condiciones neutrales o se presenta La Niña, que trae consigo corrientes ricas en nutrientes que causan una explosión de vida marina y buenas temporadas de pesca.

Los pescadores pueden esperar un buen año para 2011, pues una Niña intensa domina el Pacífico. “Éste es uno de los eventos más fuertes de La Niña en el último medio siglo, y probablemente persistirá en el verano del hemisferio boreal”, dijo en un comunicado Bill Patzert, oceanógrafo y climatólogo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la agencia espacial estadounidense (NASA).

El ENOS tiene un ciclo de entre tres y siete años, con un promedio de cuatro años para pasar de El Niño a La Niña. Pero varía considerablemente, tanto en periodicidad como en fuerza, según Trenberth.

Cada ciclo es diferente e impredecible y de momento es imposible tratar de reproducirlo mediante modelos climáticos informatizados, acotó.

Aunque hay pruebas de que las inundaciones y las sequías han empeorado, la ciencia aún no cuenta con pruebas claras de que el cambio climático haya afectado el ritmo del ENOS, por ejemplo acortando el ciclo, como ocurre ahora, dijo.

“Pero podría estar afectándolo”, especuló.

Las emisiones contaminantes de las actividades humanas actúan como una doble frazada sobre la atmósfera, atrapando más calor que el que naturalmente ésta retiene.

Casi todo ese calor extra es absorbido por los océanos. Éstos se vienen calentando desde los años 70, y es probable que eso también influya en el ENOS, observó Julia Cole, científica climática del Instituto del Ambiente de la Universidad de Arizona.

El ENOS siempre tuvo una variabilidad enorme, y sus fuerzas motrices aún no se conocen del todo, lo que vuelve muy difícil determinar cómo lo afecta el cambio climático o pronosticar futuras modificaciones del ciclo, dijo Cole a Tierramérica en una entrevista por correo electrónico.

Sin embargo, las últimas investigaciones sugieren que en el futuro “podríamos incluso tener varios nuevos ‘sabores’ del ENOS”, agregó.

Las inundaciones causadas por La Niña en Australia no tienen precedentes. Por lo menos 10 personas fallecieron y las pérdidas se estiman en miles de millones de dólares.

Buena parte de las inundaciones ocurrieron en el nororiental estado de Queensland, cuyos ríos fluyen hacia el Mar del Coral, y se espera que tengan repercusiones importantes en la Gran Barrera de Coral.

Las aguas de las lluvias barrieron las tierras, removiendo y arrastrando hacia el mar enormes cantidades de sedimentos y de sustancias contaminantes. Es probable que tengan “un impacto enorme” en el mayor sistema de arrecifes del mundo, dijo Charlie Veron, ex jefe científico del Instituto Australiano de Ciencias Marinas.

“Sin dudas esta Niña tan fuerte está causando las inundaciones, pero el cambio climático parecería estar potenciando sus efectos”, escribió Veron en un mensaje electrónico.

Las vastas plantaciones de caña de azúcar de Queensland se ahogan, pero los cultivos de Argentina, Brasil y Uruguay están resecos por la falta de lluvias que, a fines de diciembre, ya había causado carestía de los alimentos, según un informe de la FAO divulgado el 5 de este mes.

Las continuas sequías en Argentina o el mortal frío invernal en Europa y América del Norte podrían contribuir a elevar incluso más el precio de los alimentos, advierte la FAO.

Aunque La Niña mantiene fría buena parte del Pacífico sur desde hace meses, 2010 igualó a 1998, cuando El Niño se manifestó con intensidad: son los dos años más calientes de la historia desde que se llevan registros.
 
 
Stephen Leahy
Tierramérica
 
 
 

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martes, 4 de enero de 2011

"Llovieron" miles de pájaros en Estados Unidos

ARKANSAS, 4 Ene (UYPRESS) – En la localidad de Beebe, Arkansas, miles de aves cayeron muertas del cielo, despertando alerta en la población local y en el país norteamericano. Vea el video.

Ni Alfred Hitchcock en su film Birds, ni Paul Anderson en Magnolia, haciendo llover sapos, pudieron idearlo en el celuloide. La realidad supera ampliamente la ficción.
Unos 5.000 pájaros cayeron muertos del cielo en la zona de Beebe, Arkansas, el pasado viernes por la noche, en tan sólo un radio de un kilómetro manteniendo en alerta a los habitantes de la localidad como a gran parte del país norteamericano.
Según informaron las autoridades locales, la muerte de los pájaros “pudo obedecer al impacto de rayos, al granizo o a los fuegos artificiales”.
George Badley, veterinario de Arkansas, por su parte comentó que las autopsias de varios de estos pájaros muertos, mirlos negros de ala roja (Agelaius phoeniceus), muestran que “tenían el estómago vacío, lo que elimina la posibilidad del envenenamiento. (…) las aves cayeron ya muertas al suelo y no fallecieron a causa del impacto”.
Para Badley, la bandada de pájaros “sufrió una colisión masiva en el aire”.
El pasado viernes, en Arkansas hubo fuertes tormentas, por lo que algunos relacionan el hecho con esta tragedia. Y otros con “estrés” relacionado con sonidos de fuegos pirotécnicos. Por otro lado, de tantos que se ven en las calles, automóviles que circulan los han pisado, ya muertos, dando más vigor a la dantesca imagen.
La Comisión de Ganado y Aves de Arkansas se encuentra trabajando y estudiando las aves caídas para lograr comprender qué sucedió realmente.

Lo invitamos a ver este video de YouTube sobre la curiosa tragedia:
 

UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias
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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Calentamiento reclama nuevas medidas fitosanitarias

RÍO DE JANEIRO,28 Dic (Tierramérica) - La agricultura, ya acosada por sequías, calor excesivo y eventos meteorológicos extremos, debe prepararse para las novedades que traerá el calentamiento de la Tierra en materia de plagas y enfermedades

En Brasil, el proyecto Impacto del Cambio Climático Global sobre Problemas Fitosanitarios (Climapest) reúne a 134 investigadores de 37 instituciones, dedicados a evaluar posibles efectos y riesgos futuros y a orientar políticas y alternativas de adaptación para esta potencia agrícola sudamericana y mundial.

Los cambios "no necesariamente agravan las enfermedades" agrícolas, el aumento de la temperatura o del gas carbónico pueden favorecer o no la proliferación de ciertos microorganismos, pero es importante prever escenarios futuros ya que "generar soluciones demanda tiempo", explicó Raquel Ghini, líder del proyecto.

Los pequeños problemas de hoy pueden convertirse en causa de grandes pérdidas en las futuras condiciones, advirtió a Tierramérica la agrónoma y fitopatóloga Ghini, del Centro de Medio Ambiente de la estatal Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa, por sus siglas en portugués).

Los hongos, virus y otros agentes de daños agrícolas están entre los organismos que reaccionan con más rapidez a los cambios, por su corto ciclo de vida y por su capacidad de multiplicarse a gran velocidad.

El Climapest comenzó en enero de 2009 y tiene un plazo de cuatro años para estudiar 85 problemas fitosanitarios de 16 cultivos, entre ellos productos de gran exportación como el café y la soja, frutales --banano, manzana y uva-- además de palma africana y ricino, que empiezan a ganar importancia como materia prima del biodiésel.

Los aspectos a evaluar serán los efectos del aumento del dióxido de carbono atmosférico, de la temperatura y de la radiación ultravioleta B sobre microorganismos, enfermedades, plagas y especies invasoras.

La futura distribución geográfica y temporal de esos enemigos de la productividad agrícola es otro objetivo de las investigaciones.

Por ejemplo, las zonas proclives a la enfermedad que más afecta el rendimiento del banano disminuirán en forma gradual en Brasil --especialmente en la hipótesis más pesimista de aumento de los gases invernadero--, dijo Ghini. Esto se debe a que habrá menos humedad, necesaria para el hongo que la causa, la sigatoka negra (Mycosphaerella fijiensis), explicó.

En cambio, el nematodo Meloidogyne incognita y otra plaga conocida como "bicho-mineiro" (Leucoptera coffeella) se volverán más dañinos para el café, porque el aumento de la temperatura les permitirá tener generaciones más cortas y por tanto una infestación más intensa.

El proyecto está elaborando mapas que indican la evolución geográfica de los enemigos de cada cultivo, según los mejores y peores escenarios climáticos trazados para 2020, 2050 y 2080 a partir de los cinco modelos globales del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (conocido por sus siglas en inglés IPCC).

Hacia fines de 2012, el Climapest espera disponer de un conjunto de mapas e informaciones sistematizadas sobre riesgos fitosanitarios, para orientar estrategias de toma de decisión en los distintos sectores, señaló Emília Hamada, segunda de Ghini en el proyecto y encargada de escenarios futuros.

Estos materiales son importantes también para "dirigir investigaciones complementarias" y para el mejoramiento genético destinado a generar resistencia a las plagas y enfermedades más graves, dijo a Tierramérica Hamada, investigadora de Embrapa Medio Ambiente.

Investigar "uno por uno" los principales problemas fitosanitarios de cada cultivo y su evolución de acuerdo con las hipótesis climáticas tiene su complejidad. En general, la temperatura en aumento favorece las plagas, pero puede haber "excepciones si se sobrepasa un límite", observó Hamada.

En el caso del curuqueré (Alabama argillacea), una oruga que ataca el algodón, aún se estudia cómo reacciona al calentamiento, si éste acelera o no sus ciclos vitales y por tanto su reproducción, señaló.

La respuesta a las migraciones y modificaciones de las plagas, enfermedades y especies invasoras será recurrir en primera instancia a los agroquímicos, porque son los productos disponibles, pero "a largo plazo" se debe desarrollar el control biológico, que hace parte de la "nueva cultura" y la tendencia ambiental, reconoció Ghini.

A veces se logran soluciones creativas de "control alternativo", como el uso de leche diluida en agua contra el oídio, una enfermedad provocada por el hongo Sphaerotheca fugilinea. Es un método "más barato que los fungicidas y con la ventaja de que no genera resistencia", destacó.

El hongo es vulnerable a los microorganismos existentes en la leche de vaca, y basta una mezcla de cinco por ciento de ésta y 95 por ciento de agua para evitar la enfermedad que blanquea las hojas de la vid, de las leguminosas y de varios cultivos hortícolas, debilitando a las plantas porque reduce su capacidad de fotosíntesis, explicó Ghini.

El oídio es "la enfermedad del cambio climático": se disemina con el aumento de la temperatura y la menor humedad en las hojas, pero encontró un antídoto muy barato y de fácil acceso, que ya se adoptó en varios países. Además, como no tiene patente, su uso es libre.

La cuestión del clima es una prioridad de Embrapa, un sistema de 42 centros de investigación distribuidos por Brasil que, en sus 37 años de vida, contribuyó en forma decisiva en los rendimientos de este gigante agropecuario, abriendo fronteras para cultivos antes considerados inadecuados al clima tropical, como la soja.

Pero en sus investigaciones falta estudiar el papel de los agrotóxicos en la expansión y proliferación de las plagas, al fomentar la resistencia de hongos y otros microorganismos a los mismos venenos químicos, matizó Jean Marc von der Weid, coordinador de la organización no gubernamental Asesoría y Servicios a Proyectos en Agricultura Alternativa.

Los efectos del clima alterado se presentan en una "naturaleza con desequilibrios provocados por los agrotóxicos" que retroalimentan problemas fitosanitarios, tratados a su vez "con más agrotóxicos", sostuvo el economista y defensor de la agroecología.

El mismo control biológico desarrollado por Embrapa, aunque es bienvenido, "tiene el vicio de volverse un ‘agrotóxico limpio", al introducir nuevos microorganismos en la naturaleza, dijo a Tierramérica. "La mejor prevención es mantener el equilibrio natural, que reduce riesgos y daños", concluyó.

* Publicado originalmente el 24 de diciembre por la red latinoamericana de diarios de Tierramérica.
Por Mario Osava

IPS Noticias
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lunes, 11 de octubre de 2010

DIA INTERNACIONAL DE LAS SOLUCIONES CLIMATICAS


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Uruguay celebra el Día Internacional de las Soluciones Climáticas

MONTEVIDEO, 9 Oct (UYPRESS) - Uruguay celebrará este domingo la conmemoración del Día Internacional de las Soluciones Climáticas. El evento se realizará en el Parque Rodó, entre las calles Sarmiento y Julio Herrera y Reissig, entre las 15.00 y las 19.00 horas.

El lema de la conmemoración destaca: “Cambio climático, un problema, mil soluciones”. El evento es organizado por Grupo Scout 45, donde se esperan cientos de presentes a acompañar la iniciativa para debatir y plantear ideas innovadoras para frenar el cambio climático.

Los interesados podrán participar acercándose al stand que se instalará en el Parque Rodó durante la tarde del domingo 10 de octubre o, previamente sumándose al grupo en Facebook: 350.org Uruguay

En el stand se exhibirán al público fotografías del célebre Yann Arthus Bertrand, como muestra desde el aire sobre la naturaleza. Esta muestra estuvo en la Playa Pocitos en 2009.
Por más información, puede visitar: http://www.350.org/es 

UyPress

SEQUÍA

imagen del contenido Cuenca del lago Titicaca está a tres centímetros de “alerta por sequía”Cuenca del lago Titicaca está a tres centímetros de “alerta por sequía”

LA PAZ, Bolivia, 10 Oct (UYPRESS) – Preocupación en autoridades bolivianas por la sequía que afecta a la cuenca del lago Titicaca.

El jerarca del Servicio Nacional de Hidrografía Naval de Bolivia, Luis Carrasco, señaló que se está a 3 centímetros de que se declare el estado de emergencia y afirmó que "es inevitable, porque hay que considerar que el lago Titicaca continúa con su comportamiento hidrológico normal anual en descenso, hasta aproximadamente mediados de diciembre. Nosotros hemos previsto que se tendrá el ingreso al límite de la sequía en los próximos cinco días", dijo.
Según las autoridades bolivianas, si continúa la actual ola de calor en la zona, en los próximos cinco días la cuenca del lago Titicaca bajará hasta el nivel de “alerta por sequía”.

UyPress

martes, 5 de octubre de 2010

CAMBIO CLIMÁTICO


La geoingeniería, posible plan B ante el cambio climático

WASHINGTON, 4 Oct (IPS) - Mientras muchos países continúan negándose a limitar sus emisiones contaminantes y se vuelven más probables o frecuentes los eventos climáticos extremos, algunos investigadores sostienen que es tiempo de desarrollar un plan alternativo: la geoingeniería

Por este método, el dióxido de carbono se elimina de la atmósfera, la cantidad de radiación solar que calienta al planeta se reduce, o ambas cosas.

Hay varias propuestas que se ajustan a estas amplias categorías, y varían mucho en términos de su aceptación y de su viabilidad a gran escala. Sin embargo, por ahora los planes son muy generales y ocupan un lugar marginal en los debates sobre el clima.

Esto se aplica especialmente a la categoría de geoingeniería llamada "manejo de la radiación solar". Esto incluye, en orden descendente de viabilidad probable a gran escala, rociar aerosoles en la atmósfera, blanquear nubes marinas, enviar al espacio satélites con espejos y blanquear la superficie de los océanos, según el investigador David Keith.

La otra categoría de la geoingeniería es la eliminación del dióxido de carbono, e incluye medidas tan aceptadas como plantar bosques para utilizarlos como sumideros de carbono o quemar biomasa en lugar de combustibles fósiles como el carbón.

Los enfoques más recientes en materia de eliminación del dióxido de carbono también proponen cultivar grandes cantidades de algas a partir de las cuales se pueda elaborar biocombustible y, lo que genera más controversia, espolvorear minerales como hierro o piedra caliza sobre partes del océano.

Keith, científico ambiental de la canadiense Universidad de Calgary, es uno de los principales promotores de la geoingeniería. Pero él y sus colegas se apresuran a destacar que no se debería pensar estas soluciones técnicas al cambio climático como sustitutos de la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.

También observan que la mayor parte de estas tecnologías no están ni cerca de listas para su uso y que lo que más se necesita es investigar para determinar qué consecuencias adversas pueden tener esas soluciones y si éstas incluso funcionarán. Es decir, si realmente se puede pensar en esto como un plan B.

Por ahora persisten muchos temores sobre las posibles implicaciones ecológicas de la geoingeniería. Y será necesario resolver estos asuntos científicos, así como otros políticos y legales, para avanzar más.

A Brad Allenby, profesor de ingeniería y ética en la Arizona State University, le preocupa que se pueda pasar por alto los efectos colaterales que estas soluciones puedan tener sobre otros fenómenos, como los patrones meteorológicos o el ciclo del nitrógeno.

"Estas tecnologías son importantes, pero necesitamos comprender mucho más, en particular sobre la escala. ¿Cuándo pongo suficiente material en la estratósfera para cambiar los patrones monzónicos?", planteó Allenby en una conferencia realizada el 27 de septiembre en Washington.

Según él, es necesario dejar de pensar en la geoingeniería únicamente como "tecnologías de cambio climático", dado que éste es apenas uno de una serie de temas interconectados.

Más allá de estos problemas conceptuales y ecológicos, esta tecnología potencial también plantea cuestiones espinosas para el derecho y la gobernanza internacionales.

Jason Blackstock, del Instituto Internacional para el Análisis de Sistemas Aplicados, con sede en Viena, cree que el uso de la geoingeniería puede, en última instancia, traducirse en una narrativa política y una acción unilateral.

Un país pobre que se sienta afectado porque otro rico no reduce sus emisiones contaminantes puede decidir tomar medidas de geoingeniería por sí mismo, sostuvo.

Blackstock dijo no creer que Estados Unidos sea el primero en adoptar este tipo de medidas, sino que es más probable que lo haga una economía emergente.

También está la posibilidad de que las corporaciones privadas o los individuos usen la geoingeniería para combatir el cambio climático por su cuenta. Pero, como señaló Dan Bodansky, profesor de leyes, ética y sustentabilidad en la Arizona State University, esto no será un acto aislado, sino "una actividad continua a lo largo del tiempo".

Será difícil tomar medidas de geoingeniería sin el conocimiento de los gobiernos, pero todavía no está claro quién tiene jurisdicción sobre esto y qué gobiernos o entidades deberían responder en este sentido, dijo.

El otro temor es político. Si se puede acceder fácilmente a las opciones de la geoingeniería, ¿acaso existirá todavía el incentivo de reducir significativamente las emisiones?

Es posible que para 2015 las opciones de geoingeniería puedan usarse para negociar en cumbres como la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, realizada el año pasado en Copenhague, y la que se llevará a cabo este año en Cancún, sostuvo Blackstone. Por ahora, Keith y sus colegas simplemente esperan que se investigue más, tanto en las tecnologías de la geoingeniería como en las polémicas cuestiones que plantea.

Admiten que la geoingeniería a escala planetaria tienen grandes riesgos, pero también saben que puede llegar un momento en que los supere el riesgo de emergencias inducidas por el cambio climático.

Por Matthew O. Berger

IPS Noticias